jueves, 19 de junio de 2014

La felicidad cuanto más grande más emocionante se hace

" En la antigüedad, la humanidad se dividía en tres géneros, el masculino, el femenino, y el andrógino (del griego Andros - hombre y Gino - mujer). Los seres que pertenecían a esta última clase eran redondos, con cuatro brazos, cuatro piernas, dos caras en la cabeza y, por supuesto dos órganos sexuales. Estaban unidos por el vientre.  Eran seres tan terribles por su vigor y fuerza que se sintieron suficientes para atentar contra los dioses. Puesto que Zeus no podía destruir la raza humana, dado que esta era la que adoraba a los dioses, los castigó  partiéndolos por la mitad. Apolo los curó dándoles la forma actual que tienen ambos sexos, y más tarde pasó adelante sus "vergüenzas". Y ahí fue cuando las criaturas comenzaron a morirse. Morían de hambre y de desesperación. Se abrazaban y se dejaban estar así. Y cuando una de las partes moría, la otra quedaba a la deriva, buscando, buscando... el amor desde tiempos inmemorables trata de unirlos, de manera que, cuando se encuentran se unen de tal forma que es para toda la vida, tratando cada uno de reunirse y fundirse con el amado y convertirse de dos seres en uno solo, por lo cual, solo podría alcanzar la felicidad nuestra especie cuando se dé el tiempo en la mitad de la humanidad se encuentre con su otra mitad.”

La felicidad es un bien escaso, como casi todo en este mundo, pero dicen los economistas (que de esto saben mucho) que escasez no es sinónimo de pobreza. Por lo tanto, somos infelices pero no somos pobres de felicidad, lo que ocurre es que está mal repartida, algo habitual también. Nuestra otra mitad, a la que algunos llaman media naranja, medio limón o medio cesto de frutas… esta por ahí esperando a ser encontrada. Creo firmemente que nuestra mitad no tiene por que ser una pareja, puede ser tu mejor amigo, tu primo o tus padres, lo importante es que sea la parte que te complementa para que a través de esa relación ambos podáis llegar a afirmar “SOY FELIZ” 

“Si no encuentro la felicidad la dejo” no, no lo hagas puede estar a la vuelta de la esquina, en el banco del parque o en la librería; en las librerías se han encontrado muchas mitades. Somos seres sociales por naturaleza, tendemos a las relaciones personales que tantas veces traen problemas. Tendemos a equivocarnos de mitad, unas cuantas veces y a jurar amor eterno a la mitad que finalmente no nos corresponde a nosotros, esto es un juego. ¡Busca, prueba y encontrarás!

La raza humana ha ido avanzando – ahora estamos retrocediendo otra vez – desde la época clásica hasta el día de hoy en temas como:  la electrónica, la ciencia, la medicina, la moda, la educación … pero no ha cambiado nada, absolutamente nada, en las relaciones, somos seres programados, programados para querer y para odiar, para darlo todo por tu medio melón y al día siguiente no mirarle a la cara. Estamos programados, o castigados por Zeus a pasarnos media vida buscando la felicidad en otra persona y nos olvidamos de que somos lo suficientemente autosuficientes como para conseguirla nosotros solos.


Con amor, Sara R.


1 comentario:

  1. Hola Sara!!! Soy Jose !!!! Me ha gustado mucho tu entrada y por supuesto la canción de R.E.M.

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