La vida te sonríe, te quiere, te mima, te
escucha. La vida te trata como tú la tratas a ella, la vida es amor, es locura,
es viajar, es vivir, es paz, es un mojito en una tarde de verano. La vida es lo
que quieres que sea.
Vivimos esperando que la vida nos enseñe
los dientes, pensamos que si algo puede pasar, pasará; pero las cosas no pasan
si no estas dispuesto a luchar por ellas, a trabajar, a apostar por lo que
quieres, la vida solo te sonríe si le haces cosquillas. Sal a la calle ¡que no
te de vergüenza! Si quieres gritar, grita. No esperes agradar a todo el mundo,
ni que todo el mundo te agrade, no esperes que te den todo hecho, no esperes el
amor, no esperes a hacer lo que te apetezca, hoy estás aquí… mañana, Dios dirá!
Gregorio Marañón, escribió que: “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar
a morir” escribe tu propia
historia.
Hoy o quizás
ayer no lo sé, me di cuenta de que a mi la vida me sonríe, me trata bien,
tenemos una relación de respeto mutuo. Nos hemos aceptado una a la otra, ella
me da oportunidades y yo cuando me doy cuenta las aprovecho. Ella a cambio solo
me pide eso, que las aproveche, que sea capaz de saber cuando es el momento oportuno
para tomar una decisión que me lleve a estar en un sitio o en otro. Me da
libertad, me deja elegir y pensar como quiera. Solo me pide respeto hacia los
demás – no hagas lo que no quieres que te hagan – que sea consciente de donde
acaba mi libertad para no coartar la del prójimo. Y es que amigos … la vida es
eso, es respeto, es solidaridad, es un café a las ocho de la mañana de un
lunes.
La vida son
instantes
Con amor,
Sara R.
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