" En la antigüedad, la humanidad se dividía en tres
géneros, el masculino, el femenino, y el andrógino (del griego Andros - hombre
y Gino - mujer). Los seres que pertenecían a esta última clase eran redondos,
con cuatro brazos, cuatro piernas, dos caras en la cabeza y, por supuesto dos
órganos sexuales. Estaban unidos por el vientre. Eran seres tan terribles
por su vigor y fuerza que se sintieron suficientes para atentar contra los
dioses. Puesto que Zeus no podía destruir la raza humana, dado que esta era la
que adoraba a los dioses, los castigó partiéndolos por la mitad. Apolo
los curó dándoles la forma actual que tienen ambos sexos, y más tarde pasó
adelante sus "vergüenzas". Y ahí fue cuando las criaturas comenzaron
a morirse. Morían de hambre y de desesperación. Se abrazaban y se dejaban estar
así. Y cuando una de las partes moría, la otra quedaba a la deriva, buscando,
buscando... el amor desde tiempos inmemorables trata de unirlos, de manera que,
cuando se encuentran se unen de tal forma que es para toda la vida, tratando
cada uno de reunirse y fundirse con el amado y convertirse de dos seres en uno
solo, por lo cual, solo podría alcanzar la felicidad nuestra especie cuando se
dé el tiempo en la mitad de la humanidad se encuentre con su otra mitad.”
La felicidad es un bien escaso, como casi todo en este
mundo, pero dicen los economistas (que de esto saben mucho) que escasez no es
sinónimo de pobreza. Por lo tanto, somos infelices pero no somos pobres de
felicidad, lo que ocurre es que está mal repartida, algo habitual también.
Nuestra otra mitad, a la que algunos llaman media naranja, medio limón o medio
cesto de frutas… esta por ahí esperando a ser encontrada. Creo firmemente que
nuestra mitad no tiene por que ser una pareja, puede ser tu mejor amigo, tu
primo o tus padres, lo importante es que sea la parte que te complementa para
que a través de esa relación ambos podáis llegar a afirmar “SOY FELIZ”
“Si no encuentro la felicidad la dejo” no, no lo hagas
puede estar a la vuelta de la esquina, en el banco del parque o en la librería;
en las librerías se han encontrado muchas mitades. Somos seres sociales por
naturaleza, tendemos a las relaciones personales que tantas veces traen
problemas. Tendemos a equivocarnos de mitad, unas cuantas veces y a jurar amor
eterno a la mitad que finalmente no nos corresponde a nosotros, esto es un
juego. ¡Busca, prueba y encontrarás!
La raza humana ha ido avanzando – ahora estamos
retrocediendo otra vez – desde la época clásica hasta el día de hoy en temas
como: la electrónica, la ciencia, la
medicina, la moda, la educación … pero no ha cambiado nada, absolutamente
nada, en las relaciones, somos seres programados, programados para querer y
para odiar, para darlo todo por tu medio melón y al día siguiente no mirarle a la
cara. Estamos programados, o castigados por Zeus a pasarnos media vida buscando
la felicidad en otra persona y nos olvidamos de que somos lo suficientemente
autosuficientes como para conseguirla nosotros solos.
Con amor, Sara R.
Hola Sara!!! Soy Jose !!!! Me ha gustado mucho tu entrada y por supuesto la canción de R.E.M.
ResponderEliminar