martes, 1 de mayo de 2018

HABLEMOS, HABLEMOS MUCHO.

Hablemos. Hablemos de lo que importa, de lo que me importo. Hablemos de reír y de llorar, de cómo hemos cambiado. De tabúes, de miedos. Hablemos del vértigo que sigo sintiendo, de los escalofríos que me dan cuando pienso en nuevas emociones. Hablemos del tiempo, de la vida, de las personas. Hablemos de dejar a un lado las dudas, de lanzarse al vacío, de saber que todos somos “en el fondo un poco sí” de alguien. Hablemos de echar de menos, de echar de más. Hablemos de eso que llaman enamorarse. 

Hablemos de lo que nos han enseñado, de que no somos la mitad de nadie, que estamos enteros por dentro. Hablemos de querernos, de querernos mucho, de querernos bien. Hablemos del por qué ellos sí y yo no. De por qué nos perdimos a mitad del camino y de como nos hemos encontrado. Hablemos de apostar todo por aquello en lo que crees, de no rendirse nunca, de personas que se convierten en bastón en tu camino. 

Hablemos de volver a empezar, de dejar atrás los miedos, los fracasos. Hablemos de aprender a convivir con lo que nos perturba, de superarlo, de olvidar y de volver a comenzar. Porque lo cierto es que enfrentarse al cambio da miedo y a veces necesitas una cerveza para superarlo o dos. 

Hablemos de las ilusiones, de las que nunca pasaron a ser algo más que eso. Hablemos de promesas que vendimos, las que nos vendieron y nos dejaron cicatrices. De por qué nos empeñamos en buscar la felicidad, esa felicidad utópica que nos pone el listón tan alto, que no nos deja ver más allá y nos perdemos en nosotros mismos. Por eso, paremos el tiempo, y hablemos de empezar por el principio. De aceptarnos como somos, de dejarnos querer, en nuestra versión original. Hablemos de no mentirnos a nosotros mismos, y de aceptar la realidad, aunque esté llena de imperfecciones. 

Hablemos de saber esperar, de querer solo cuando nos sintamos preparados, para poder dar el paso cuando llegue el momento oportuno.  Hablemos de apostar nuestros pros y contras a un pleno, confiando, mientras gira la ruleta, en que el riesgo merezca la pena. Hablemos de los abrazos que se dan por la espalda, de los besos en la frente. Hablemos del amor que no entiende de normas. 

Hablemos de que la realidad será tal y como nosotros queramos que sea, con los pies en el suelo, pero agarrando con fuerza las oportunidades. Hablemos de decir “te quiero” al oído. Hablemos con franqueza, sobre los pilares de la lealtad y de la confianza, de cómo sobre ellos construiremos nuestra historia, piedra a piedra, paso a paso.

Hablemos y encontrémonos. Hablemos en el bar, en la ducha, en la cama, en la calle. Hablemos de nuestra película favorita, de la canción que suena siempre de fondo en mi cabeza. Hablemos con la mirada. Hablemos mientras discutimos. Hablemos entre carcajadas. Hablemos aquí y ahora. Hablemos entre tú y yo.